Frutas y verduras más sostenibles

22.05.2014 Por: Espores

Uno de los grandes desafíos en el campo de la investigación agrícola es conseguir mejorar la calidad de frutas y verduras, potenciar sus propiedades pero también la de conseguir productos cero residuos de los que todo se puede aprovechar y sin restos de pesticidas

El reto no es fácil pero cada vez son más los proyectos relacionados con la mejora de la calidad de nuestras frutas y verduras, tanto en su obtención como en su tratamiento. En este sentido las investigaciones abarcan un amplio abanico de innovaciones que van desde la reutilización de los residuos, que hace que las plantas de tratamiento sean más sostenibles, hasta la presentación del producto final, como ocurre con las llamadas frutas y verduras de IV Gama, lavadas y listas para consumir de la bolsa al plato.

Las investigaciones en innovación tecnológica no son fáciles. Requiere un importante esfuerzo humano y tecnológico importante lo que conlleva un respaldo económico acorde con las necesidades del proyecto. Este tipo de investigaciones son realizadas por diferentes instituciones y universidades públicas y privadas, y están avaladas por organismos internacionales desde que en el año 2002 los diferentes países pidieran a la OMS que elaborara una estrategia mundial sobre régimen alimentario, actividad física y salud para combatir para alumbrar luz sobre algunas enfermedades crónicas. 

Desde entonces la Organización Mundial de la Salud ayuda de forma proactiva a los países e instituciones a llevar a cabo estas investigaciones centradas en frutas y verduras con el fin de incrementar de forma saludable su consumo entre la población. Para ello es fundamental fomentar la calidad de la materia prima, es decir, del producto, su mantenimiento y asegurar una producción sostenible.

La última de estas investigaciones sobre sostenibilidad agrícola nos remite a la Universidad de Zaragoza, pionera en un proyecto centrado en la obtención de frutas de hueso más saludables y de mayor calidad. Bajo el amparo del proyecto LIFE+ de la Unión Europea se ha creado una nueva forma de trabajo en la industria agroalimentaria que se basa en la mejora de cuatro aspectos: Cero Residuos (CR) en la producción de fruta, métodos de conservación tras la cosecha, promoción eficiente en el mercado y elaboración de productos derivados de la materia prima principal.

Este método ya ha sido aplicado por pequeños minoristas de verduras, pero todavía no ha sido probado por productores de este tipo de frutas. El objetivo de esta investigación es mejorar la sostenibilidad y la calidad de la producción de fruta con hueso y crear un sector más competitivo para responder a la demanda de productos sanos, ecológicos y libres de pesticidas. La sostenibilidad juega un factor muy importante ya que tanto los consumidores directos como las propias cadenas de distribución exigen cada vez más a sus proveedores métodos de producción sostenibles.

¿Por qué apostar por la metodología CR?

Convertir una producción de frutas o verduras en una planta catalogada como de Cero Residuos tiene más ventajas que inconvenientes. La principal, que se ofrece al consumidor un producto de mayor calidad. La segunda, que de esta forma el productor se abre a más mercados, cada vez más exigentes y cada vez más centrados en la búsqueda de productos verdes. A grandes rasgos, se puede pensar que hablar de cero residuos es lo mismo que la etiqueta que producto ecológico. Pero nada más lejos de la realidad. 

La creación de una marca específica para los residuos cero es consecuencia de la dificultad que presenta para determinados cultivos y pequeños productores la obtención de la etiqueta de ecológica oficial de la Unión Europea. Así pues, el concepto de agricultura de residuos cero está más relacionado el término “agricultura de conservación”, acuñado este mismo año por la FAO y que comprende una serie de técnicas que tienen como objetivo fundamental conservar, mejorar y hacer un uso más eficiente de los recursos naturales mediante un manejo integrado del suelo, agua, agentes biológicos e insumos externos.

Según los datos del proyecto LIFE +, en el que participan nueve socios de España y Países Bajos, éste servirá para mejorar varios problemas ambientales generados en el cultivo de fruta la fruta de hueso y ayudará a la gestión de plagas, evitando la degradación del suelo y la contaminación de las aguas subterráneas ya que el consumo de pesticidas se reducirá drásticamente.  

Estas actividades se enmarcan en el proyecto “Cero Residuos”, cofinanciado por el Programa LIFE de la Unión Europea y con el código LIFE12 ENV/ES/902.

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